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Ahorrar es separar una parte de tus ingresos para futuras necesidades o metas. Existen diferentes maneras de hacerlo según tu disciplina y objetivos.

Ahorro en efectivo

Guardar dinero en casa es fácil, pero riesgoso porque puede perderse, gastarse fácilmente o perder valor por la inflación.
Ejemplo: Apartas $500 al mes en una alcancía, pero en un año puede valer menos debido al aumento de precios.

Cuenta de ahorro

Guardas tu dinero en un banco, lo que te da seguridad y acceso a intereses pequeños. Puedes retirarlo cuando lo necesites.
Ejemplo: Depositas $1,000 al mes en una cuenta bancaria y generas un pequeño interés anual.

Ahorro programado

Consiste en hacer depósitos automáticos en una cuenta especial para evitar gastar el dinero.
Ejemplo: Cada mes, el banco transfiere $500 de tu cuenta de nómina a una cuenta de ahorro sin que tengas que hacerlo manualmente.

Inversión a plazo

Depositas dinero en una cuenta o instrumento financiero donde no puedes tocarlo por un tiempo a cambio de mayores intereses.
Ejemplo: Inviertes $10,000 en un pagaré a 12 meses con 7% de interés, al final obtienes $10,700.


Conclusión: Elegir la mejor forma de ahorro depende de tu disciplina y objetivos. Guardar dinero en efectivo es riesgoso, mientras que usar cuentas bancarias o inversiones te ayuda a protegerlo y hacerlo crecer.